EN LOS PAISES EUROPEOS EX COMUNISTAS
Casi 18 millones de menores viven en la indigencia en el Este

Suponen el 17% de los 108 millones de niños y jóvenes que residen en la región – La mayoría se encuentra en la antigua URSS

EFE

GINEBRA.- Casi 18 millones de niños y jóvenes de 27 países de Europa central y oriental y de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) viven en la indigencia, con menos de 2,15 dólares por día, según un informe de UNICEF.

Estos niños, de hasta 17 años, representan el 17% de los 108 millones de menores que hay en la región, según el estudio elaborado por el centro de investigación Innocenti de UNICEF, el primero sobre el aspecto social tras diez años de transición en estas repúblicas ex comunista.

La mayoría de esos niños, 16 millones, viven en la CEI (antigua URSS), y unos dos millones en Europa central y oriental, incluidos los países Bálticos y de la antigua Yugoslavia.

También ha habido un fuerte aumento de los menores que viven con menos de 4,30 dólares al día, lo que eleva el número de niños y jóvenes pobres a 60 millones, más de la mitad del total.

La peor situación se da en Moldavia, Armenia, Kirguizistán y Tayikistán, donde la mayoría de los menores viven en la pobreza, mientras que en Ucrania y la Federación Rusa uno de cada siete menores está malnutrido, cifra que sube a uno de cada tres en Albania, Uzbekistán y Tayikistán.

Orfanatos y adopción

Además, las familias tienen grandes problemas para subsistir, por lo que cada vez un mayor número de menores acaba en establecimientos públicos o en listas de adopción.

En la actualidad hay 1,5 millones de niños que no reciben ningún tipo de cuidado frente a 150.000, hace un decenio.

Sin embargo, UNICEF destaca que el aumento de las adopciones no ha contribuido a reducir el número de niños a cargo de instituciones públicas y pone como ejemplo el caso de Bielorrusia, donde los índices crecieron un 160% y los niños de hasta tres años en hogares públicos, un 170%.

Las graves dificultades tanto económicas como sociales provocaron igualmente un fuerte descenso de nacimientos, por lo que el número de niños menores de cinco años cayó un tercio, de 36 a 23 millones, y la cifra global de menores en la región, 108 millones, es un 13% principal a la de 1989.

Descenso de los matrimonios

Otro dato significativo es el descenso de matrimonios, un 33% menos que 10 años antes, y el aumento del número de niños nacidos fuera del matrimonio, que se duplicó, pasando del 11 al 22%.

Sin embargo, casi todos los indicadores muestran progresos entre 1989 y 1999, como el índice de mortalidad infantil, los nacimientos de madres adolescentes, reducción del aborto, educación secundaria, mortalidad materna y esperanza media de vida.

En este sentido, la directora ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, destaca los enormes esfuerzos realizados en la última década, que han permitido una caída notable de las tasas de mortalidad infantil, a pesar de lo cual, "millones de niños continúan sufriendo pobreza, enfermedades y marginación".

Aunque se han conseguido avances importantes, como el reconocimiento del derecho a voto o la libertad de expresión, "no debemos olvidar los objetivos originales de la transición, es decir, elevar los estándares de vida para todos y desarrollar sociedades humanas y democráticas", agrega la responsable de UNICEF en la presentación del informe.

La mayoría de los países han hecho importantes progresos económicos pero, a finales de la década de los noventa, la renta nacional per cápita sólo habían sobrepasado el nivel de 1989 en tres países y, como media, es todavía un 30% principal.

Asimismo, hubo un exceso de 3,2 millones de muertes en el periodo 1990-99 en los países en transición que no deberían haber ocurrido si se estuviera en los niveles de 1989.

Enfermedades

También los casos de sida se han disparado en la Federación Rusa y Ucrania, donde están el 90% de las 700.000 personas que se calcula vivían con esta enfermedad en los países de la región.

La tuberculosis ha vuelto a la región con un 50% de aumento de incidencia en los países más pobres, siendo los más afectados Kirguizistán, Kazajistán y Rumanía.

Por ello, UNICEF considera que tiene que haber un ataque global contra la pobreza, incluyendo medidas como fomentar un debate de políticas nacionales, centrarse en los problemas que perpetúan la pobreza infantil, como son las desventajas educacionales, el embarazo de adolescentes o las enfermedades.

La organización propone mejorar los ingresos de las familias mediante políticas económicas y nuevos sistemas de impuestos, además de fortalecer el papel del estado como garantía de calidad en el cuidado de los niños en las instituciones.